Encuentros y desencuentros

acaba un añito, comienza otro, fuera de la rutina del trabajo y en un ambiente típico de vacaciones, afloran situaciones, emociones, sentimientos, encuentros y desencuentros.
esta temporada en casa, luego de estar fuera ya casi 7 años y de venir 1 mes si y 11 no, me dejó ver claramente la extrañeza que siento, no se si suena raro, feo, bizarro, como sea, pero me siento extraña en mi propia casa y me doy cuenta que quienes mejor debieran conocerme poco me conocen realmente. En últimas, desde los 15 años empecé el desprendimiento del núcleo familiar y la independencia que me caracterizó en la temprana adolescencia sigue presente aún en estos días.
También es extraño, pero no sorprendente, descubrir cosas que de repente desaniman, van apagando los afectos y eso me sucedió. Eso si lo puedo describir como triste pero lo acepto. Y concluyo que lo mejor que puedo tomar de eso es considerar esas cosas descubiertas como parámetro para decisiones futuras, muy importantes.
Por otro lado, quise que este tiempo fuera para reencontrarme con viejos amigos, esos que el maravilloso mundo del Internet quiso poner de nuevo en contacto. Y en otros aspectos, encontrarme con personas con las que tendré vínculos estrechos para los planes venideros.
El año que acaba de pasar lo cerré con gratitud por todas las bendiciones y cosas buenas que vinieron. No he podido ver a gran parte de la familia aún pero he estado en contacto con algunos de ellos.
Para este nuevo año las metas son precisas, mi actitud es más ligera en el sentido de relajarme un poco más, disfrutar de lo que venga sin perder de vista los objetivos, apapacharme por montones, apaparchar y dejar que me apapachen por montones también, disfrutar total el tiempo con quienes amo, trabajar con gusto, seguir estudiando, pasear, divertirme, en fin, disfrutar la vida.
voy por mitad de vacaciones, en dos semanas, primero Dios, a esta hora estaré de vuelta en mi México lindo y querido, alistándome para el primer día laboral de dos mil nueve.