sábado, octubre 11, 2008

Un día en la Ciudad de México

hoy era un día con una misión específica: conseguir el traje para la fiesta de disfraces.

pasadas las 11 de la mañana me encontré con mi compañero de viaje, Manolo. Desayuno en el mercado de Medellin con ricos mixiotes y a vernos con el Chango.

los tres ansiosos buscando la tienda recomendada en la que encontraríamos nuestros atuendos. Todos parecíamos niños preguntándo y viendo los disfraces y aún más, probándolos... y no es para menos, será nuestra primera vez en etapa adulta.

Emprendimos el viaje hacia el centro de la ciudad para encontrar los complementos y accesorios.

En una de esas nos encontramos en Pino Suárez y de inmediato recordé que en el Museo de la Ciudad de México que queda al frente está el estudio de José Joaquín Clausell, un maravilloso salón lleno de más de mil trescientas pinturas de todos los tamaños que se fusionan entre sí en las paredes. Algo tan fascinante que provoca examinar cada pequeño detalle de esa habitación de unos cuarenta metros cuadrados. Desde la primera vez que lo vi (gracias a que recién llegados a esta ciudad con uno de mis compañeros de trabajo, confundimos la estación de metro), me quedé impresionada. Así que le dije a Manolo, "te voy a llevar a ver algo que jamás has visto". Lo que yo ignoraba por completo era que se estaba exhibiendo Katharsis, la colección fotográfica y exposición por el 75 aniversario del Consejo Mundial de Lucha Libre. No fue hasta que la chica de la entrada nos dijo que acababa de comenzar la visita guiada de Lucha Libre que supimos de inmediato que era algo para no perderse.


Resultó que el anfitrión de la visita era El Satánico, una de las leyendas de la lucha libre en México (fotitos próximamente en mi feisbuc :). Esa si que fué más sorpresa todavía!!! una colección muy buena de fotografías, cinturones, máscaras, portadas de revistas, carteles de eventos, boletos, estampitas, licencias de luchador!!, videos, todo excelente y contado por alguien que acaba de cumplir 35 años en ese mágico mundo. Acá dejo una probadita.




Y bien, como ese en realidad fué un paréntesis al Castillo de la Fantasía, continuamos con nuestro recorrido. Habiendo terminado las compras y con el propósito de emprender nuestro regreso, hubo paradas obligatorias en librerías (las del Centro son las mejores), tiendas de telescopios y terminamos en Donceles 66, sentados en la barra para ver el espectáculo teatral "Los amorosos y viceversa", algo que al principio me pareció muy raro y algo aburrido, mezclaba la proyección de una película casera protagonizada por los actores y por ellos en vivo, pareciendo interactuar con lo que pasaba en pantalla y con la voz del narrador. En esas nos sorprende una escena sexual totalmente explícita pero que desafortunadamente fue nada creíble. Sin embargo, la obra fué tomando otro tinte, un poco más entretenido. Al final, cuando ya habían pasado los aplausos, se enciende otra vez la peli, ahora un nuevo actor, alguien que no habíamos visto pero que resultó ser uno de los espectadores que con vestuario y anillo en mano terminó diciendo en vivo y a todo color a su novia: "Cinthia, ¿te casarías conmigo?" wowwwww!!!! estado de shock para casi todos nosotros, acababa de suceder algo que parecía que solo pasaba en las comedias románticas de Hollywood, no me puedo imaginar lo que sentía este par de enamorados. Fue algo reconfortante después de que la obra teatral dejara un sabor de amor desesperanzado.


Cierre perfecto para un día lleno de contrastes.


P.D.: aunque parezca raro (y si lo hacen los escritores porqué no lo haré yo, si después de todo me encanta esto del blogueo), le dedico esta entrada a mi eterno amigo, cómplice, camarada, compañero de viaje, copiloto, precursor de la valentía de la desnudez y pepa maestra, con quien puedo ser simple y completamente yo, sin juicios ni prejuicios y con quien he disfrutado maravillosos momentos como los de hoy. I love you naked.

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