sssnnniffff, duele mucho....no se porqué... bueno, creo saber, quizas fueron 5 o 6 cigarros obligatorios en medio de un cafe y una intensa conversación con uno de mis mejores amigos.
cuatro horas maravillosamente honestas y gratificantes.
corazones desnudos, miedos revelados, amor reafirmado.
hoy no hubo gym, el viernes tampoco, el llamado del amigo le ganó.
el viernes, una botella de vino, dos vodkas y un café sirvieron para que uno de mis masters me dejara ver que tiene todo pero no tiene nada, y que por mucho que yo quiera hacer, no hay nada que pueda hacer para que una chispa de vida y de ilusión nazca dentro de ese espíritu marchito, algo muy triste en realidad, era uno de mis superhéroes pero como todos los superhéroes tiene su criptonita, esta vez parece ser la falta de amor. Terminé sabiendo lo mucho que importa que uno se ame primero a si mismo, se acepte y se respete, luego viene lo demás y los demás. La honestidad está de por medio. La vida pasa, y él, exitoso en el mundo profesional, a sus 44, cree que su vida no tiene caso, que no importa un reconocimiento más, unas vacaciones más, otros mil dólares a su cuenta cada mes ni cualquier cosa que quisiera comprar, porque eso ... puede hacerlo, lo que no puede hacer es sentir ese deseo, porque nada de lo que tenga en su soledad le da la felicidad que le pudiera dar alguien a su lado. No pude evitar recordar cuando hace unos tres años me encontré en una encrucijada tan inquietante y desesperada, en la que no sabía ni que conmigo, por suerte hoy es otro rollo y afortunadamente me di cuenta lo importante que es tratar de que cada día con sus pequeñas y grandes cosas y personas, valgan la pena. No siempre pasa, pero intentar se vale.
Hoy, este corazón de 34, con tantos miedos que descontrolaban su cuerpo, sus manos y sus piernas temblorosas, sus lágrimas incontenibles, su voz entrecortada, me sorprendió. A diferencia de aquel corazón, 10 años mayor, éste otro aún desea vivir, solo que desea ser libre y ser siempre como es, sin máscaras, sin apariencias, sin ataduras y sin temores. Este bello corazón, tan noble como pocos, tan inmenso como el cielo, estaba sufriendo y sigue sufriendo. Al despedirnos, con la promesa de un viaje juntos y otro con nuestras madres, con la certeza de que aquí, ahora, mañana y en cualquier parte estaremos para el otro, con la frescura de compartir secretos, con una sonrisa y con un beso, nos dijimos, buenas noches, duerme bien, te quiero mucho, GRACIAS.
Que la vida te sonría, todos los días de tu vida.
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