Pasando el tiempo

Deben quedar como unas tres o cuatro horas de las doce que tardamos cruzando el Atlantico y llegar a casita.
Tras tres películas y media, un libro que sigue empezado y cuanto vinito se puede, me pongo a escribir. Un viejo disco de Sting me acompaña.

Ayer estaba leyendo algunas entradas recientes de mi blog, hace unas tres semanas pensaba en que en este viajecito, el tiempo y el espacio eran lo que me iba a sobrar para ponerme a pensar en los siguientes pasos. La verdad es que pensar fue lo menos que hice, bueno, no en eso.

Durante el viaje el apetito por seguir viajando se me despertó todavía mas.

Mi suenno, además de conocer todo el mundo, es viajar por Europa con mi familia con una escapadita por supuesto a Egipto. Para eso si que me ha servido la cabeza todos estos días. Tener información de primera mano de nuestros amigos y viajeros españoles es de suma importancia para revisar opciones y darse cuenta que "impossible is nothing".

Rentar una furgoneta u otro tipo de auto, mezclarlo por ahí con trayectos en tren o incluso avión, no suena nada descabellado, es cuestión de organizarlo y hasta cierto punto considerar que el mayor obstáculo pudiera ser el tema de las visas, especialmente, de la familia. El dinero y el tiempo se consiguen trabajando o bien ganandose la lotería, pero no la juego, así que a seguir trabajandito.

En todo caso creo que es algo lograble, quizás no en seis meses pero tampoco tan lejano, primero Dios, de que se puede se puede.

Y pasando a otros temas, de esos a los que prefiero huirles porque me considero toda una gallina en el campo, veo cada vez mas lejos aquello de un descendiente al menos por mi lado, me parece que es algo para lo que no nací, no fui capaz con mi adorable Igor, al que quería mucho y con el que experimente cierto nivel de reponsabilidad, no me puedo imaginar lo que es un hijo. Claro, "quieres hacer reír a Dios? Cuentale tus planes".

En este tiempecito también fui conciente de un patrón que en términos de relaciones, repito de cuando en cuando:

• de las opciones presentes elijo siempre la que según mis "must", se las salta todas.
• con lo mandona y manipuladora que soy, solo me hace falta ver un poquito de encanto para detener el razonamiento y activar los impulsos, lo cual, la mayoría de las veces me pone en una posición complaciente, por no encontrar un mejor termino para describirlo.
• me encanta el tema de las maripositas y el flirteo, pero al minuto de ver que la cosa "va por buen camino", sufro de pánico escénico, que pensandolo bien, problemente tenga que ver con el punto anterior y es que eso de ponerle sentimientos al asunto me pone vulnerable, cosa que me aterra, pero a veces es inevitable y en todo caso quiero experimentar.
• insisto e insisto quizás hasta que la perseverancia se convierte en necedad u obstinación. El caso es que muchas veces persigo algo (uien) no mas por el reto de conseguirlo, no de conservarlo, y lo jodido es que desde el principio estoy conciente de ello.

Y como esas seguramente tengo otras cuantas manías, que en conjunto con esas otras virtudes que surgen de vez en cuando, me catalogarían como heptapolar o algo por ahí.

No creo que sea tan malo, no se siquiera si es malo o no, lo que creo que pasa es que tiendo a dar rienda suelta a las emociones, a lo que siento, a lo que pienso en ese momento, y generalmente lo dejo salir, así que no soy una perita en dulce pero tampoco soy la bruja egoísta, aclaro, según yo.

Ayer, mientras esperábamos el tren, mi colega viajero me contaba sobre lo que el creía que fue la razón para que su matrimonio fracasara y lo que pudieron haber hecho juntos para continuar. Al final me pareció todavía mas complicado aquello del compromiso, aunque si es algo que quiero tener, tener bien, con la bendicion de Dios pero sin necesidad de un cura en el medio y honesto, creo que ante todo honesto.

Y entonces pienso que así como suceden las cosas, como dicen, en el momento menos previsto, "los amores" traviesos harán de las suyas, así que venga lo que venga, alegría, dignidad, prudencia, libertad, sensatez, humildad, fortaleza y sobre todo amor en sus interminales formas.